martes, 28 de mayo de 2013

Subitus

La hija de Iria Galeria mostró sorpresa cuando se lo pedí, hizo ademán de abofetearme cuando se lo confirmé y aceptó con ganas al día siguiente, justo cuando ya estaba a punto de arrepentirme.


Pídele a los dioses, Ovidio, que, cuando menos te lo esperes, te otorgue un cambio favorable. Las gracias imprevistas mejoran el carácter.

2 comentarios:

  1. Suele ocurrir que cuando ya no se espera aparece lo inesperado.

    Sin espera esperaré a saber cual es la petición.

    Aperta.

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  2. Lo que nos gusta que ocurra, debería ocurrir, aunque sólo sea para confirmar que el río acaba llegando siempre adonde quiere, no importa el recorrido.

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