La hija de Iria Galeria mostró sorpresa cuando se lo pedí, hizo ademán de abofetearme cuando se lo confirmé y aceptó con ganas al día siguiente, justo cuando ya estaba a punto de arrepentirme.
Pídele a los dioses, Ovidio, que, cuando menos te lo esperes, te otorgue un cambio favorable. Las gracias imprevistas mejoran el carácter.
Recuerda Ovidio las máximas que te doy y que te harán más sabio que importante. Hazlo por ti y por ella. Recuerda que un hombre no es más feliz por más conquistador sino por más amado.
var _gaq = _gaq || [];
_gaq.push(['_setAccount', 'UA-24362144-2']);
_gaq.push(['_trackPageview']);
(function() {
var ga = document.createElement('script'); ga.type = 'text/javascript'; ga.async = true;
ga.src = ('https:' == document.location.protocol ? 'https://ssl' : 'http://www') + '.google-analytics.com/ga.js';
var s = document.getElementsByTagName('script')[0]; s.parentNode.insertBefore(ga, s);
})();
Suele ocurrir que cuando ya no se espera aparece lo inesperado.
ResponderEliminarSin espera esperaré a saber cual es la petición.
Aperta.
Lo que nos gusta que ocurra, debería ocurrir, aunque sólo sea para confirmar que el río acaba llegando siempre adonde quiere, no importa el recorrido.
ResponderEliminar