viernes, 2 de agosto de 2013

Vuelve

Por qué Aelia vuelve, conculcando sus propias reglas...

Por qué la sombra, bajo la higuera, es mejor rincón que su propia casa, cuando en ella encontraría la intimidad absoluta y el sosiego que pide la lectura, el espacio propio y controlado que le evitaría la maledicencia y las miradas indiscretas, a la vez que la necesidad de esa salida engañosa con su criada Rania y el disimulo en el recorrido del camino hasta esta casa y la zozobra a la hora de ponerse el vestido de calle y las explicaciones fraudulentas y la mirada del esposo...

Ella sabrá por qué vuelve. Estoy seguro de que se trata de una razón cabal. Estoy convencido de que no lo haría si no existiesen razones que lo justifican. No hay más que verla, para encontrarla honesta: el rostro ausente, la mirada perdida, el cuerpo erguido. Las manos en el regazo, como siempre.
Leo, y sé que me escucha.

Recuerda, joven Ovidio, que la honestidad no la dan las personas que nos critican, ni las miradas que nos enjuician, ni las costumbres de Roma. La honestidad es propia de cada persona, como lo son las marcas que tenemos en las yemas de los dedos.


2 comentarios:

  1. Nunca he leido a medias, sería una novedad interesante...

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  2. Parece que la creatividad anda suelta y las musas acompañan. Enhorabuena.

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